¿Nunca te has preguntado si las cosas suceden por casualidad o porque tienen que suceder?.
Es una pregunta curiosa: algunas personas creen ciegamente en el destino y otras en que todo es producto del azar.
¿Por qué te han tocado unos padres y no otros?.
¿Por qué te ha correspondido éste cuerpo y no otro?.
¿Por qué tengo tan mala/buena suerte?.
Ampliemos el enfoque:
C.G.Jung, un psiquiatra alumno de Freud, era ciertamente un hombre valiente.
Era un auténtico erudito y estudioso, que comenzó a manejar conceptos que por aquel entonces (principios del siglo XX) eran inimaginables.
Aún hoy, muchas de sus propuestas resultan revolucionarias.
Uno de los conceptos que manejaba era el de “Sincronicidad”, idea que tiene unas implicaciones realmente importantes.
Plantea que las cosas que nos suceden no son fruto de la casualidad. No existe el azar.
Lo que te sucede es porque te tiene que suceder.
Además sucede en un orden determinado, de tal manera que puedas aprender las lecciones que te corresponde aprender en la vida.
Esa oportunidad que surge y te cambia la vida, esa persona que conoces de forma casual y se convierte en tu compañero/a de vida, esa racha de mala suerte que se encadena tras una desgracia,…. Todo esto y más, tiene su sentido.
Pero eso no significa que lo conozcamos.
A todos nos gustaría saber el porqué de cualquier cosa que sucede en nuestra vida, tener esa bola de cristal que nos oriente.
Pero el hecho de que algo tenga algún sentido no significa que vayamos a saber cuál es.
Por desgracia, a menudo, nuestra mente es una herramienta demasiado imperfecta. Y la realidad es demasiado compleja. Pensar lo contrario es pecar de arrogancia.
De todas formas, pensar de ésta manera nos libera en gran medida de culpa y angustia.
Y nos da una lección de humildad: no todo está en nuestras manos y no es necesario que lo controlemos todo.
La vida se convierte así en una especie de danza donde intervienen fuerzas y situaciones que nos llevan por la vía del crecimiento.
Una idea realmente interesante.
¿Qué opinas?.
Interesante, interesante.
Siempre he pensado que no existen las casualidades.
Y siempre he creído también que si aceptas lo que te sucede y extraes las lecciones adecuadas, vivirás cada vez mejor.
Por cierto, siempre me ha interesado Jung, pero todavía no he sido capaz de leer toda su obra ¡Es una barbaridad de material!.