La Leyenda de Nitocris es una historia de dolor y muerte, no exenta de belleza, como todo lo que se apaga dando una última llamarada.
Sucedió en Egipto, hace tanto, que sus protagonistas se difuminan en el tiempo, aún así la fuerza de sus pasiones nos atrapa como en un colorido sueño.
Quién era Nitocris, la Señora del Junco y la Abeja, la de las dos Tierras…
Y cómo sobrevivió sin el apoyo de su hermano y consorte, en un mundo de hombres asesinos del amado, como su reina-faraón.
Tal vez, lo que nos ha llegado “su rostro de mejillas sonrojadas”, su porte noble y hermoso, los tenía obnubilados…
O acaso creyeron manejarla, por eso la dejaron gobernar en el trono dorado, para que mejor sirviera a sus propósitos.
Pero Nitocris guardaba un escorpión en su pecho – supo esperar – hasta que la ira se convirtió en locura, hacia los que querían fragmentar el cuerpo de Egipto, con maneras de chacales del desierto.
Cómo supo esperar día a día, ganándose la confianza de aquellos que más odiaba, consintiendo que se beneficiaran, para no despertar sospechas…
Y en un banquete, cuando todo era dulce y placentero, los asesina ahogándolos. El Nilo benefactor, se convierte en sus manos en el caudal que arrastra, como sus emociones desbocadas.
Nicotris se comporta como una diosa terrible y vengativa, a semejanza de Sejmet “la leona”, saca su rabia cegadora que todo lo destruye y aniquila, hasta a sí misma, pues una vez acabada su represalia se suicida ardiendo en llamas.
Qué le hizo arrojarse a la pira, qué clase de dolor inacabable…haciendo desaparecer su cuerpo, y con ello la posibilidad de reencarnarse y retornar con el bien amado. ¿Es que ya no creía en sus dioses? Ya no le importaban su pueblo, su amada tierra, a los que debía amparo y consuelo…
Así, Egipto perdió su orden, su cordura, “el Maat” sumiéndose en la entropía, en ese caos…
Reflexión
Tal vez la historia de Nitocris, refleje la realidad del Egipto de la época, pues nos situamos en las postrimerías del Imperio Antiguo, donde los faraones de las pirámides han perdido su poder regenerador, haciendo sentir al pueblo egipcio que sus dioses le habían abandonado…
Nitocris: Lección de la Historia
Si te centras en luchas internas, te olvidas del fin mayor, que es el bienestar tuyo y la de los que te rodean.
En el caso de Nicotris como reina faraón, es el bien de Egipto, el bienestar del país y sus habitantes, lo que debiera haber estado por encima de su venganza.
En un buen gobierno, no hay espacio para rencores personales.
Nitocris, los datos históricos.
Al final del Imperio antiguo de Egipto, antes de que el país se sumergiera en el caos del primer periodo intermedio, aparece la leyenda – para unos – o historia de la reina Nitocris – para otros – ya que aparece en los epitomes de Manetón como la primera reina-faraón, y se la menciona en escritos griegos y romanos, aunque no nos ha llegado ninguna inscripción de su época que nos confirme su existencia.
Según Manetón, fue una mujer muy hermosa y de gran nobleza, la más ilustre de su época, describiéndola como:
«La más valiente que todos los hombres de su época, la más bella de todas las mujeres, de piel hermosa y rojas mejillas”.
Casada con su hermano, el faraón Merenra II, del que tampoco existen evidencias arqueológicas, aunque en la actualidad se discute si Nitocris aparece en un fragmento del Canon de Turín, o si es un error histórico.
Hay que tener en cuenta que la historia de Nitocris se sitúa al final del reinado del longevo faraón Pepy II de la Dinastía VI, que conllevó a un gobierno de latrocinio por parte de sacerdotes y gobernadores de los Nomos del estado egipcio. Por lo que su sucesor -Merenra II – intentará ponerle remedio para centralizar de nuevo el poder, con el resultado de su asesinato. Los regicidas, no se atreverían a desestabilizar todavía más al país consintiendo así, que Nitocris llegara a ser reina.
Su trágica historia nos ha llegado como se ha dicho, a través del griego Herodoto, en su libro Historias II donde se relata que Nitocris invitó a los asesinos del faraón de Egipto a un banquete y los exterminó inundando el lugar con las aguas del Nilo. Después, para escapar de los otros conspiradores, se suicidó lanzándose al fuego.
Tras su muerte – también según Herodoto – el país egipcio se sume en la inestabilidad dando paso al primer periodo intermedio del Egipto antiguo.
Me encantan este tipo de historias de las que apenas se conoce…¡seguid así, chicos de Koilia!
Que bonita esta leyenda, no se sabia nada de esta mujer Egipcia, y que final tan tenebroso