Todos hemos visto imágenes de pinturas rupestres (Altamira, Lascaux,…)

Pero cuando las ves en directo es cuando te das cuenta del esfuerzo artístico y creativo que suponen.

Y lo más curioso: se hicieron en zonas de muy difícil acceso, con iluminación artificial, lejos del día a día del grupo.

Cabe preguntarse qué impulsó a esas personas a realizar ésta proeza.

Explicaciones no faltan: el placer de crear, el deseo de personalizar el lugar donde se vive, el dejar constancia de proezas de caza, el humano afán de superarse,…

Es muy posible que todos éstos elementos sean ciertos, pero podríamos añadir otro más arriesgado.

Como todo experto en hipnosis y sugestión sabe, para que una idea se implante en el inconsciente, es muy importante el representarla con la mayor fidelidad posible.

¿Y si éstas pinturas fueran, entre otras cosas, “tecnología punta” de la época para reprogramar a las personas?.

Teniendo en cuenta que en aquella época se vivía al límite de la supervivencia, no es disparatado pensar que estas personas recurrieran absolutamente a todos los recursos que les dieran una mayor posibilidad de salir adelante.

¿Y para qué puede querer una persona que vive en una cueva reprogramar su inconsciente?.

Pues, guiándonos por las pinturas y esculturas que conocemos, para fijar en su interior las ideas relacionadas con la caza y con la fertilidad. Las dos, absolutamente necesarias para la supervivencia de la tribu.

Si la hipnosis ayuda a dejar de fumar, aprender a relacionarse y ser más efectivo en el trabajo:

¿Por qué no iba a ayudar a cazar en grupo o a tener un parto con menos dificultades?.

Si nos liberamos de prejuicios y nos resistimos a burlarnos de lo que no conocemos, veremos que la idea es muy sugerente.

En lugar de utilizar proyecciones y videos, se podían utilizar imágenes.

Y es muy posible además que el ambiente y la música que se vivían en esos espacios favorecieran el proceso.

Es bien sabido que en épocas de penuria o de gran riesgo para la vida, la utilización de recursos religiosos aumenta.

Resulta refrescante pensar que una de las funciones del chamán de la tribu era la de “coach” para el planteamiento y logro de objetivos de grupo.