En este año 2018 vamos a dar cabida en nuestra asesoría de empresas al concepto de “nueva empresa”. ¿De qué se trata? Hablamos de la necesidad de dar paso a la inteligencia emocional en la creación y gestión diaria del negocio. No es algo nuevo, ni tampoco extraño; cada vez más empresas, y precisamente las más importantes y las de mayor tamaño, están dándose cuenta de que gestionando las emociones de las personas que forman parte de la empresa se obtienen mayores beneficios, así que el cuidado de lo emocional tiene repercusión económica.

Las empresas, al fin de al cabo, son entidades formadas por personas, y el cuidado de las personas, tiene relevancia en la empresa y en su entorno, así de simple y directa es la relación.

Y, ¿cómo lo hacemos?.

Afortunadamente, cada vez hay más personas dedicadas al estudio y apoyo de las organizaciones empresariales en este tema, así que como pequeña empresa, podemos aprovechar lo que ya se sabe y se aplica en las grandes empresas multinacionales para ayudarnos a hacer crecer nuestro negocio. Tenemos a  Daniel Goleman, Howard Gardner, Stephen Covey, Fred Kofman… y muchos más que han escrito libros estupendos sobre cómo gestionar las emociones en la empresa.

De ellos hemos aprendido que lo primero de todo es el AUTOCONOCIMIENTO, darnos cuenta de quién y qué soy. Tanto como persona como empresa, y ello nos lleva al AUTOCONTROL. Si sé cómo soy, dónde están mis puntos fuertes y los puntos más débiles, podré gestionarlos y prever malos resultados antes de que sea una pérdida importante, y podré variar el rumbo. Para ello, tengo que tener AUTOMOTIVACIÓN, para ser capaz de ser la primera persona que me va a animar a dar los pasos necesarios para un cambio de modelo de negocio, para negociar una fusión con otra empresa, para ampliar y ofrecer nuevos productos y servicios…

Y por supuesto, necesitamos EMPATÍA, para poder conocer qué necesidades tienen los demás, tanto como conocemos las propias, y ver de qué manera se van a unir,  para lograr un beneficio de todos, alumbrando cambios con creatividad y optimismo.

Y por último, para la GESTIÓN DE RELACIONES necesitamos saber manejar los conflictos que tenemos, tanto entre nosotros y terceras personas (clientela, empresas proveedoras…) o bien entre otras personas relacionadas con la empresa, como personal empleado, a los que podemos ayudar a gestionar sus conflictos. En este apartado trataríamos también del Liderazgo de equipos de personas, algo imprescindible de conocer si se está trabajando con varias personas en una misma empresa en un proyecto común.

Y lo mejor es que según los estudios realizados en EE.UU. una vez que una empresa ha invertido tiempo y formación en inteligencia emocional, se puede ver que de media, hay un incremento del beneficio del 20%. O sea, que tiene su repercusión en la cuenta de resultados de la empresa.

Todo son ventajas, no hay excusa para no acercarse a este tema tan interesante en este año que empieza.