Tal vez éste vaya a ser el artículo más polémico que hayamos publicado hasta la fecha.
Porque habla de personas desagradables.
De esas personas que se dedican a destruir la autoestima de su pareja.
De quienes se dedican a aprovecharse de su puesto de poder para humillar a sus subalternos.
De los que perciben quién es el más débil y se dedican a hacerle daño.
De esas personas que sienten una profunda envidia que les lleva a intentar rebajar y perjudicar al otro.
De quienes con una sonrisa en la boca se burlan de ti por el puro placer de hacerlo.
De los que únicamente entienden las relaciones como un tema de dominio-sumisión.
De aquellos para los que lo único importante es medrar en la escala social, caiga quien caiga.
…
Podríamos seguir así todo el día, pero seguramente ya te habrás hecho una idea de lo que estamos hablando.
Puede que incluso le hayas puesto cara a alguno de los personajes que hemos mencionado.
Todos ellos y muchos más, son viejos conocidos de los psicólogos.
No porque vayan a terapia (se consideran perfectos y la culpa siempre es “de los demás”) sino porque son la causa de que muchas personas tengan que ir a la consulta para intentar recomponer su vida.
Si, como vimos, las personas Normativas son alrededor del 70% de la población y las alternativas son el 20%, las restantes, el 10%, son lo que se conoce como “Perversos Narcisistas”, o como les llamaremos nosotros, “ Zapadores”.
Y les llamaremos así porque se dedican a socavar la autoestima, el talento, la alegría, el bienestar,… y además del interés, les mueve el placer de hacerlo.
Todos conocemos personas así, y sabemos también que se escudan tras una apariencia de amabilidad, simpatía o bondad.
Cuando se les conoce, se ve que tienen una absoluta falta de empatía, y que lo que nos había atraído de ellos no era sino pura fachada.
La buena noticia es que todos tienen características muy similares en cuanto a pensamiento y comportamiento.
Utilizan estrategias muy similares, y aunque su inteligencia es muy especializada en los juegos del dominio, generalmente no destacan por su brillantez.
Lo que les define es una especie de rabia sorda, oscura, de fondo.
Veremos que todo esto se debe a una falta de madurez, a haberse quedado anclado en una etapa del desarrollo.
Sabiendo cómo son, podremos detectarlos, evitar caer en sus redes y, si estamos en plena relación tóxica, podremos liberarnos más fácilmente.
La mala noticia es que, aunque eligen víctimas de cualquier tipo, consideran a las personas Alternativas su enemigo natural a abatir, ya que son justo lo opuesto.
Y a menudo lo consiguen, porque para alguien que no es así, es muy difícil concebir que se pueda actuar de esa manera.
Todo esto que puede parecer extraño o difícil de asumir, en realidad es el día a día de muchas personas que viven sus relaciones con dolor y no entienden qué sucede.
Es necesario un conocimiento más profundo de éste tipo de personas para poder andar por el mundo.
En próximos artículos iremos ampliando el tema.
Te invitamos a que nos envíes tu opinión o nos hagas algún comentario sobre éste tema tan doloroso y a la vez tan necesario.
Infelizmente o felizmente me encontrado con personas con estas características, ultimamente. Pero he aprendido mucho de todo ello.
Me ha encantado el artículo.
Un saludo,
Joelma.