Generalmente vivimos con miedo a la diferencia.

Es natural. Es un mecanismo del grupo para autoprotegerse.

Desde la infancia, ya se puede ver el fenómeno de la “caza al diferente”.

A nadie le gusta sentirse excluido. Todos queremos ser aceptados y tenidos en cuenta.

El problema está en que no todos somos iguales.

Por lo tanto, el que es diferente debe prepararse para disimular su diferencia o enfrentarse a los demás.

En realidad es más cómodo y seguro estar con la mayoría y no sentirse una persona rara, diferente e inadaptada.

Generalmente, las personas que no encajan querrían ser “como las demás”.

Y a menudo sucede que esa misma persona nota que hay algo que no encaja, pero no sabe exactamente de qué se trata.

Es de imaginar que si has realizado el test que te proponemos en éste espacio web, te estés preguntando qué es eso de las “personas con capacidades alternativas o normativas”.

Nosotros les llamaremos “alternativos” y “normativos” para abreviar.

Las diferencias entre estos dos grupos abarcan múltiples aspectos en cuanto a la utilización que hacen de sus diversas capacidades (inteligencia, sensibilidad, emotividad, intuición,…).

Y estas diferencias son de nacimiento, es decir, que podemos aprender a sacarles partido o no, pero no podemos eliminarlas.

No es mejor ni peor pertenecer a un grupo o a otro. No se es más listo ni mejor persona.

Pero sí que condiciona todos los aspectos de nuestra vida.

PERSONAS NORMATIVAS.

Las personas “normativas” son aproximadamente el 70% de la población. Por lo tanto, son la mayoría.

Tienden a funcionar mejor en grupo, y su emotividad y sensibilidad funcionan dentro de niveles que consideramos  “normales”.

Su adaptación a la realidad social suele ser bastante buena. Su inteligencia es lineal y sus valores suelen coincidir con los de la sociedad en general.

PERSONAS ALTERNATIVAS:

Las personas “alternativas” son alrededor del 20% de la población.

Aunque se pueden manejar bien en grupo, tienden a funcionar de forma individual.

Sus características de empatía, sensibilidad, creatividad y curiosidad suelen ser muy superiores a la media.

Por eso se sienten “diferentes”, y a menudo “inadaptados”.

No acaban de comprender cómo funciona el resto de la población, y aunque aprenden a adaptarse y disimular sus diferencias, sienten que son algo diferentes.

A menudo piensan que algo no funciona en ellos y las cosas a las que dan importancia son diferentes a las de la mayoría de la sociedad.

Tengamos en cuenta que ésta sociedad, desde el sistema educativo hasta el mercado de trabajo, han sido organizados para la mayoría.

Pero en sucesivos artículos iremos viendo, más al detalle, las diferencias entre ambos grupos.

¿Y EL 10% RESTANTE?.

Sí, has hecho bien las cuentas, y nos queda aproximadamente un 10% de la población.

Éstos son los “Zapadores”, o como les conocemos en el mundillo de la  psicoterapia, “perversos narcisistas”.

Son un grupo muy a tener en cuenta, del que nos ocuparemos en varios artículos.

 

Es de imaginar que ahora tendrás más dudas que al principio, pero poco a poco iremos deshaciendo el ovillo, y te encontrarás un mundo de sorprendentes posibilidades.