Seguro que has oído o leído alguna vez la frase de que “lo que no te mata te hace más fuerte”.

Pues bien, es mentira. O mejor dicho, es una media verdad.

Esta frase se le atribuye a Nietzsche, pero lo que él escribió fue otra cosa, que edición tras edición se fue acortando y transformando.

Él escribió que: “Lo que no te mata, te hiere de gravedad y te deja tan apaleado, que luego aceptas cualquier tipo de maltrato y te dices a ti mismo que eso te fortalece”.

La verdad es que así leído, la cosa cambia.

Ésta segunda frase es mucho más sensata, más humana, más inteligente.

Se acabaron los héroes que salen de una época terrible con la sonrisa de “aquí no ha pasado nada”.

Porque hay cosas que hieren, que duelen y que dejan marca. Por eso  tienes que preocuparte de sanar tus heridas, por tu cuenta o con ayuda.

Y eso no es malo.

Tenemos que tomarnos el trabajo de curar nuestras heridas, de fortalecernos, de solicitar ayuda si es necesario y, sobre todo, de perdonarnos los errores que hayamos cometido.

El que hayas salido mal de una experiencia te dice que debes parar, reflexionar, cuidarte y hacer lo necesario para poder volver a la vida, a tener experiencias y a pelear por lo que quieres.

Tienes que aprender a superar situaciones difíciles, porque sí, eso se aprende.

Y sobre todo, tienes que dejar de culparte por no ser una persona que es capaz de salir sin daño de las experiencias.

Porque esa es otra media verdad: En realidad, Nietzsche nunca habló del “Superhombre”, por mucho que dijeran los Nazis.

Él habló del “Sobrehombre”, es decir, de la persona que a base de voluntad y ganas se iba superando a sí misma.

Porque, no nos engañemos, lo podemos superar todo e ir evolucionando, pero siempre que seamos realistas y hagamos lo que es necesario.

Por lo tanto, sí que es cierto que lo que no te mata te hace más fuerte, pero siempre y cuando abordes tus malas épocas con inteligencia y respeto, sobre todo hacia ti.